NUEVAS FOTOS DE ESTE PRIMOR DE NIETA CUANTO DOLOR

Dibuja los paisajes más serenos, y nunca hay tormenta que le altere el pulso. Cruza miradas entre brisas perfumadas de ventura, y ventiscas airadas de genio fatuo. Sufre el trajín de la memoria, como un desdén cotidiano que quiere recordar el negro, mientras olvida, ingenua, el vivo color de la vida. En su enfermedad maldita denominada de las raras . las almas son errantes, de tacto grato, pero ausentes; son presencias inanes de mustia risa, quizá alegre, pero de circunspecta pose. Edad de oro la de sus olvidados recuerdos. Crisálida y fugaz sus años la miran, pero ella, ahí, sin hacerles ni caso, sin costarle un guiño, sin sufrir de fútiles ni de útiles, adjunta como va a su ternura. Qué grande es verla vivir mirando sus ojos de niña, recordando su más reciente pasado, besando cada minuto sus manos. Esos, sólo esos besos son su contacto con el horario, son la brida que le ata a su escasa vida, y feliz, porque aún la tienes a tu lado ... 
!!!SU ABUELA MARI CARMEN¡¡¡¡ 

A veces es arduo el trabajo de formar e instruir a los hijos…
Nos quejamos de que no tenemos descanso, que siempre hay ruidos molestos en el hogar, que estamos cansados de sus berrinches, y necesitamos paz y un respiro.
Es difícil el camino de criar a los hijos, lo se; pero mañana cuando no estén en casa, cuando ellos hayan elevado sus alas para volar su propia vida, cuando ya no escuchemos ruidos molestos, cuando no percibamos alborotos, ni desorden, cuando nos sumerjamos en el frío y vacío de un hogar sin sus presencias, ese será el momento en el cual diremos: “cuanto te extraño hijo mío”

Los hijos son aves de paso en vuestras vidas, son el regalo mas hermoso que Dios nos ha prestado; y durante el tiempo que los tengamos bajo nuestra tutela que sea una etapa para disfrutarlos y brindarles el máximo amor. Cuando cumplamos esta ley ellos jamás se apartaran de sus padres aunque hayan remontado vuelo para formar sus propias vidas.- 

A veces sentimos que estamos demasiado hechos o maduros para cambiar, pero el deseo y el poder de cambiar está dentro de ti. ¡No lo dejes escapar! Te comparto, como ejemplo, la historia de una abuela que cambió su vida