viernes, 22 de agosto de 2014

LA EDAD DEL REMANZO

Una experiencia profunda del vivir nos acompaña... quizá muchos sueños se quedaron hechos jirones en las zarzas del camino, pero, ¡cuánta riqueza atesora, ahora, nuestra vieja alforja!: 
Lleva mucha paciencia, 
infinita tolerancia, 
sabiduría profunda para saber lo que es importante o no vale la pena, 
mansedumbre y paz, 
y tal vez aún, el alma limpia y transparente, si sabemos hacernos semejantes a los niños, 
valor y fuerza porque tuvimos que aprender a vivir con esos dos baluartes mientras escalábamos la "montaña"... y ahora, quizá más que nunca, necesitamos sentir lo que eso vale en nuestras vidas. 

Es esta etapa la hora del remanso y no de 
la prisa.